Siento que hoy ha sido un buen día. Los convocantes de la manifestación de este domingo 15 de mayo han demostrado que, si la ciudadanía se une, arrasa con cualquier previsión. La plataforma civil "Democracia real ya" ha sido capaz de sacar a la calle a decenas de miles de personas en ciudades de toda España. Lo he visto. He estado en Madrid y ha sido espectacular. Había gente de todo tipo, chavales jóvenes, señores mayores, parejas con hijos... Todos participando pacíficamente y demandando lo mismo: que los políticos de este país dejen de tratarnos como si fuéramos idiotas.
Los ciudadanos tenemos poder aunque a veces nos olvidemos de ello. Está en nuestra mano conseguir un cambio en la sociedad. Está claro que el sistema ha fallado y las consecuencias de que el castillo de naipes se venga abajo las pagamos nosotros. Islandia ha conseguido dar la vuelta a la tortilla y sus ciudadanos han tomado las riendas de una situación insostenible. Sus políticos y banqueros están rindiendo cuentas. Que sirva de ejemplo para el resto de los europeos. Se trata de unirnos como ciudadanos, independientemente de la ideología que tengamos, y recuperar la hegemonía que nos pertenece. Para algo vivimos en una Democracia, ya va siendo hora de que ejerzamos nuestra fuerza.
Seamos conscientes no sólo de nuestras debilidades como víctimas de las injusticias, sino también de nuestra fortaleza. ¿Por qué, si no tuviéramos realmente poder, los medios de comunicación habrían minimizado el impacto de las manifestaciones de esta tarde? En realidad, ellos sirven a los intereses de los mismos contra los que nos manifestábamos hoy. Los periodistas de estos emporios ya no ejercen la labor necesaria de vigilancia del poder. Sólo siendo independiente y colaborando con medios que no estén corrompidos por los intereses, el periodismo cumple su función. Por suerte, somos muchos, también periodistas, los que creemos que otra realidad es posible y aquí estaremos para contar lo que pase de verdad.
El sistema de representación parlamentario basado en el antiguo aforismo "un hombre un voto" ha sido una pesadilla desde el momento de su nacimiento para cualquier sistema político , y lo que las castas dominantes de todos ellos han intentado es filtrarlo de cien maneras posibles para que el resultado de la votación no refleje el deseo de la mayoria sino más bien el de la minoría mejor organizada.
ResponderEliminarEn España el miedo a la extrema derecha franquista y su poder , dió a los pensadores de la Constitución la coartada perfecta para desactivar en lo posible que la sociedad pudiera votar por algo que no fuera el mantenimiento de los valores prefijados.
Los partidos mayoritarios convertidos en grupos de poder ,se preocupan más de mantener dicho poder que de aliviar los deseos y necesidades de la comunidad.
La prensa es una mero altavoz de los partidos ya que depende en muchos casos de estos para su supervivencia.
Observar un programa de noticias en telemadrid es un ejemplo de como los periodistas son meros propagandistas del partido que sustenta la emisora.
Si aceptamos las reglas del juego y nos manifestamos miles de personas en desacuerdo con la actual situación y esto puede servir para algo más que saber que somos muchos , un paso debería ser las quinientas mil firmas al congreso pidiendo el cambio de la ley electoral, ya. No va ser la solución para todo pero podría ser el principio de un verdadero cambio en la forma de hacer política.
La desidia nos invade, la desesperanza, la indiferencia, la incredulidad, la desconfianza...somos meras marionetas y no reaccionamos aunque las noticias que recibimos-de lo que quieren contarnos - no encajen con nuestro modelo de sociedad, con nuestros ideales y con el mundo en el que nos gustaría vivir. Que tiene que pasar para que reaccionemos?????
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